martes, 26 de diciembre de 2017

Dar es dar

Me pusieron a cargo de un equipo, a la semana me dijeron que debía despedir a una chica. Pregunté las razones, me dijeron que ganaba mucho y lograba poco. Pedí reunirme con ella primero, la invité a tomar un café y nos comenzamos a conocer.

Les pedí a las jefaturas un mes más para trabajar con ella y evaluar su desempeño, me lo otorgaron a regañadientes. Avanzamos, en efecto no era sobresaliente, pero tampoco era un desastre, me involucré para entender en qué aspectos desempeñaba mejor, qué podía lograr con mayor eficiencia.

Un día me pidió conversar y renuncio! Me quedé helada, luego de toda la energía que yo había puesto para evitar que la despidan, ella renuncia... Le pregunté sus razones, y me dijo que le habían ofrecido un sueldo superior en otro lugar.

Ella nunca supo que su trabajo estuvo en riesgo, y que mi compromiso era apoyar a que esto no pase. No siempre vamos a tener finales felices, a veces vamos a invertir en las personas y vamos a perder, pero lo importante es no dejar de hacerlo. 

No tengamos miedo a capacitar, a entregar conocimiento y generar relaciones laborales sanas, no controlamos todas las variables, pero siempre podemos dar lo mejor de nosotros y eso ya nos asegura ganar.

* Título inspirado en la canción de Fito Páez - Dar es dar